• 1. Es sociable

  Si tu hijo tiene muchos amigos y constantemente comparte y juega con ellos, tu hijo está muy cerca de la felicidad y no debes preocuparte, pero no te descuides.

• 2. Es alegre

  La alegría es el reflejo del alma. Tiene un efecto positivo en nuestro estado de ánimo y mejora nuestra integración con quienes nos rodean. Si tu hijo es alegre y produce ese efecto en quienes le rodean, es feliz.

• 3. Es agradecido

  Si tu hijo siempre te agradece, ya sea por la comida o por cualquier favor que hayas realizado, seguramente tu hijo es feliz. Muestra que aprendió a valorar aquellos pequeños o grandes esfuerzos que realizas.

• 4. Es compartido

  Si a tu hijo le encanta compartir con la familia, ten por seguro que tu hijo es feliz. Querer ayudar y convivir en familia muestra seguridad en sí mismo y que se sabe amado y parte de una familia. Si lo ves retraído o aislado, es mejor que lo integres a la convivencia familiar.

• 5. Come bien

  Si tu esfuerzo se ve recompensado con la alacena vacía, es porque tu hijo disfruta de los alimentos que has preparado con mucho amor. Es un excelente síntoma de alegría.

• 6. Es sensible

  Si tu hijo maneja sus emociones con una plática, película, juego o cualquier situación cotidiana, ten la seguridad que tu hijo es feliz. Tener el valor de comprenderse a sí mismo y comprender a los demás es señal de equilibrio y madurez.

• 7. Tiene confianza

  Subir y bajar de un árbol, tanto como tomar decisiones importantes en la vida cotidiana, demuestran tener confianza en sí mismo para resolver los asuntos de la vida, sin tener que pedir ayuda a los demás. Seguro tu hijo es feliz sin tener que acudir a ti para ayudarle a resolver sus problemas.

• 8. Tiene talento

  Si tu hijo ha desarrollado alguna habilidad y se esfuerza por tener éxito en lo que hace, seguramente es feliz al conquistar sus sueños y objetivos.

• 9. No reniega de sus responsabilidades

  Crear hábitos en los niños es excelente. Si tu hijo no reniega por hacer su tarea o realizar cualquier ayuda en la casa, seguramente tu hijo es feliz, pues sabe tener un control ante las responsabilidades de la vida cotidiana.

  Ser padres no es una tarea fácil, pero siempre hay que mantenerse alertas a estas conductas y así sabremos si nuestros hijos son felices. Si notas algún cambio radical en los puntos anteriores, es importante que acudas con un especialista que te ayude a identificar algún problema, físico o emocional. Recuerda que si tú eres feliz, también tus hijos lo serán.

Fuente : Familias.Com